Educación Felina

Mi Gato se Sube a la Mesa: ¿Está Bien o No?

GATO SOBRE LA MESA

Los humanos somos animales gregarios, o sea, sociables, y la mejor manera de demostrarlo es en la mesa. Compramos mesas grandes para compartir con la familia o los amigos. Nos gusta compartir “momentos comestibles” porque eso nos hace sentir felices y en compañía.

Por tanto, la comida nos une y no queremos que nada arruine ese momento: limpiamos bien la mesa, platos y cubiertos, botamos a las moscas o mosquitos para mantener limpios nuestros potajes y, obviamente, no queremos los pelitos de los michis encima.

¡Te comprendo!

Los que tenemos michis sabemos que vivimos en medio de muchos pelitos que podemos tener en la ropa, en el escritorio, en nuestras mochilas en los zapatos… pero no los queremos en nuestro plato de comida.

¿Qué puedes hacer?

Primero comprender que el gato tiene una naturaleza trepadora. Y que michi que trepa es un michi feliz.

¿Qué significa? Que necesita espacios altos para poder controlar mejor su entorno. La altura le da tranquilidad y confianza.

Dime, ¿tienes estructuras altas para tus michis? ¿Les pones juguetitos, matatabis, hierbita de catnip? Si no es así entonces el gato se sube a la mesa porque está actuando según su naturaleza y esa mesa está supliendo esa necesidad. Busca un buen arbolito y colócalo en esa zona donde nos falte una buena “torre de vigilancia” para el michi.

Lo segundo: No dejes nada en la mesa que llame su atención (frutas, adornos, etc.) Mientras más ‘limpia de cosas’ esté tu mesa, menos atractiva será para él. Usualmente el gato se sube a la mesa porque, sin querer, le dejamos cositas que lo hacen investigar ahí arriba.

¿Y si se sube en tu delante?: No lo bajes de manera brusca. Sé inteligente y llámalo usando un juguete que suene (por ejemplo, que tenga un cascabel) y prémialo al bajar. No malogres el vínculo, o sea, la confianza que te tiene.

¿Y si el gato se sube a la mesa mientras estoy comiendo? Puedes colocarle un platito de comida sabrosa al mismo tiempo que tú estás comiendo. Aprenderá a relacionar tu comida con su comida rica, y te esperará sentadito en el piso.  

¿Y si se sube por la noche? Fácil. Te levantas por la mañana y limpias las marcas de sus patitas o sus pelitos. Puedes emplear el jabón de siempre (yo te recomendaría uno con poco olor) o vinagre sin diluir, que es súper efectiva.

Deja de pensar que es un gato maleducado: Solo los humanos podemos serlo, pues ser educados o no es una cualidad humana que no aplica a ninguna otra especie.

¡No te problematices y resuelve!

Ten presente que no has traído un michi a casa para vivir batallando con él. La idea es que compartas tu hogar con amor y tranquilidad. De hecho, la tranquilidad es nuestro mejor estado de ánimo.

Tampoco has traído una mesa (o cualquier mueble) para vivir en discordia. Entiende que un gato tiene una naturaleza distinta. No le puedes pedir que no trepe, pues eso equivaldría a pedirle a un humano que no hable. Hablar es parte de la naturaleza humana, y sería injusto (inhumano) que se nos pida no hacerlo o que alguien lo considere “maleducado”. Sería absurdo.

Tener una buena relación con tu michi, no pasa por la idea de consentirlo y nada más, sino más bien de poder comprender cuál es su naturaleza y actuar en relación a ese entendimiento.

Como consejo final: Cuando algo no te guste de la conducta de un gato, pregúntate si esa conducta está relacionada con algo que tal vez no comprendas y para él sea natural realizarla.

¿Qué piensas de lo que he comentado aquí? ¿Crees que tu michi podría bajarse de la mesa si lo ayudas con algún juguetito que suene? ¿Podrías levantarte por la mañana a limpiar tu mesa como parte de tu día a día?

¡Desahógate en los comentarios!

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